Oscar Wilde, uno de los literatos más brillantes y controvertidos de la Inglaterra victoriana, sigue fascinando al mundo con su agudo ingenio, su estilo flamboyante y su trágica caída. Nacido en Dublín, Irlanda, el 16 de octubre de 1854, Wilde se convirtió en un emblema de la contracultura de su época, desafiando las rígidas normas sociales y literarias con su vida y su obra.
Primeros años y familia
Oscar Fingal O’Flahertie Wills Wilde nació en el seno de una familia intelectualmente distinguida. Su madre, Jane Francesca Elgee, era una poeta y nacionalista irlandesa conocida bajo el seudónimo de «Speranza», y su padre, Sir William Wilde, era un respetado oculista y escritor sobre temas médicos y arqueológicos. Oscar fue educado en casa hasta los nueve años, mostrando desde temprano un talento para el lenguaje y la clásica erudición.
Educación y primeros vínculos sociales
Wilde asistió al Trinity College de Dublín y más tarde a la Universidad de Oxford, donde estudió clásicos. En Oxford, se sumergió en estéticas y filosofías de la belleza, influenciado por las ideas de Walter Pater y John Ruskin.
Se destacó no solo por su brillantez académica sino también por su singular personalidad y su sentido del estilo, que pronto se convertirían en su marca personal. Fue en Oxford donde comenzó a formar su círculo de amigos influentes y a ganar fama por su espíritu agudo y su capacidad para la conversación ingeniosa.
Inicios literarios
Los primeros trabajos literarios de Wilde incluyen poesía y ensayos que reflejaban su devoción por el esteticismo, un movimiento que abogaba por el arte por el arte. Publicó su primer libro de poemas en 1881, que recibió críticas mixtas pero ayudó a establecer su reputación como un escritor prometedor y un destacado orador público. A lo largo de la década de 1880, Wilde se convirtió en una figura central en los círculos literarios y sociales de Londres, conocido tanto por su talento literario como por su extravagante comportamiento y vestimenta.
Vida sentimental y escándalos
En 1884, Wilde se casó con Constance Lloyd, con quien tuvo dos hijos. A pesar de su matrimonio y la apariencia de convencionalidad, Wilde vivió una vida personal compleja y tumultuosa. Se involucró románticamente con varios hombres jóvenes, siendo el más notable Lord Alfred Douglas, conocido cariñosamente como «Bosie».
La relación fue intensa y tormentosa, marcada por el amor apasionado y conflictos continuos, exacerbados por el desprecio de Bosie hacia la convencionalidad y su despreocupado manejo del dinero y la reputación.
El padre de Bosie, el Marqués de Queensberry, desaprobaba fuertemente la relación y públicamente provocó a Wilde, lo que eventualmente llevó a Wilde a demandarlo por difamación en 1895.
Sin embargo, el juicio se volvió contra Wilde cuando Queensberry y sus abogados presentaron evidencia de la homosexualidad de Wilde, un delito grave en esa época. Wilde fue condenado a dos años de trabajos forzados por «indecencia grave y actos homosexuales».
Obras literarias y legado
Wilde es mejor conocido por su aguda ingeniería social y literaria, visible en obras como «El retrato de Dorian Gray» y sus comedias satíricas, entre las que destacan «La importancia de llamarse Ernesto» y «Un marido ideal». Su escritura, cargada de ironías y crítica social, desmantela las pretensiones y la hipocresía de la sociedad victoriana.
Obra literaria
La producción literaria de Oscar Wilde abarca desde el ensayo hasta la poesía, pasando por la narrativa y el teatro, géneros que manejó con destreza e innovación.
Su estilo se caracteriza por un lenguaje meticuloso y elegante, repleto de humor inteligente, observaciones astutas, y una habilidad para hacer comentarios perspicaces sobre la sociedad y el comportamiento humano de manera sutil y a menudo satírica, con paradojas que invitan a la reflexión.
Narrativa
- «El retrato de Dorian Gray» (1890): La única novela de Wilde es también una de sus obras más conocidas y controvertidas. Explora temas de estética, moralidad y vanidad, y cuenta la historia de un joven cuya belleza es eternamente preservada en un retrato, mientras él mismo se sumerge en una vida de decadencia.
Teatro
Wilde alcanzó su mayor éxito en el teatro, con comedias que se burlan de las costumbres y la moralidad de la sociedad victoriana:
- «El abanico de Lady Windermere» (1892)
- «Una mujer sin importancia» (1893)
- «Un marido ideal» (1895)
- «La importancia de llamarse Ernesto» (1895): Probablemente su obra teatral más famosa, es una sátira mordaz sobre las identidades falsas, el matrimonio y la hipocresía social.
Poesía y ensayos
- «Poemas» (1881)
- «Intenciones» (1891): Una colección de ensayos y diálogos filosóficos que defienden el arte por el arte, destacando el ensayo «El crítico como artista».
Cuentos
Wilde también escribió varios cuentos, muchos de ellos para niños, que a menudo incluyen lecciones morales veladas bajo una superficie de fantasía:
- «El príncipe feliz y otros cuentos» (1888)
- «El crimen de lord Arthur Savile y otras historias» (1891)
- «Una casa de granadas» (1891)
Vida después de la prisión y muerte
Tras su liberación en 1897, Wilde vivió los últimos años de su vida en Francia bajo el seudónimo «Sebastian Melmoth», un nombre que evocaba tanto al mártir cristiano como al personaje literario que vendió su alma al diablo. Estos años fueron marcados por la pobreza, el ostracismo y una salud en declive. A pesar de su situación, produjo «La balada de la cárcel de Reading» (1898), un conmovedor poema narrativo basado en sus experiencias en prisión.
Oscar Wilde falleció de meningitis el 30 de noviembre de 1900 en París, a los 46 años. Su legado, sin embargo, ha crecido con el tiempo, y hoy es celebrado como uno de los escritores más agudos y talentosos de la literatura inglesa, cuyas obras continúan siendo leídas, representadas y estudiadas en todo el mundo por su ingeniosa crítica a la sociedad y su inigualable belleza estilística.
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