La muerte del comendador (1)

Sinopsis y anotaciones puntuales dentro de la obra.

El maravilloso mundo de Haruki Murakami, sin prisas y tranquilo. Lleno de sombras y espejos, siempre es un cuento de hadas en el que incluso el fenómeno más increíble o la fantasía más atrevida tiene una explicación.

Aquí hay sitio para todos, incluso para la Segunda Guerra Mundial y su sensación de pesadilla… pero todo eso es secundario. Todo esto es el fondo de acuarela de los burbujeantes acontecimientos que giran en el alma del artista.

Sinopsis de la trama

Abandonado por su amada esposa, el héroe-narrador, un retratista anónimo, se muda a una casa apartada en una montaña. Esta casa pertenece a su amigo y compañero de clase, y antes vivía en ella el padre del actual propietario, un famoso artista que trabajaba en el estilo tradicional japonés «nihonga». Después de una elaboración pausada y detallada, que ocupa más de doscientas páginas, dos eventos importantes ocurren casi simultáneamente en la vida del héroe: en primer lugar, en el desván, encuentra una imagen cuidadosamente embalada del antiguo propietario, en la que capturó el escenario del asesinato del Comandante por Don Juan. Y en segundo lugar, un interés cercano y, al parecer, no del todo desinteresado en el héroe comienza a mostrar a un vecino que vive en una colina cercana: un hombre rico, excéntrico, con cabello blanco como la nieve.

A partir de este momento, el ritmo de la historia se acelera dramáticamente. Los acertijos místicos (después de desmantelar una antigua pirámide de piedra cerca de su casa y abrir la cripta ubicada debajo de ella, el héroe deja que algo incomprensible, oscuro y peligroso ingrese al mundo) se superponen acertijos del pasado distante. Entonces, antes de pasar a la pintura tradicional japonesa, el antiguo propietario de la casa trabajó al estilo europeo y se formó en Viena justo antes de la guerra. Sin embargo, más tarde cambió no solo su estilo artístico, sino también su forma de vida. De un atrevido bon vivant, de repente se convirtió en un ermitaño sombrío, y la clave de esta metamorfosis parece estar escondida en una extraña pintura que se encuentra en el desván.

Murakami es cirujano y abre al artista con un machete afilado. El artista como idea. El artista como metáfora. Se sumerge locamente en el flujo creativo y arrastra al lector.

Matar al comendador es una conmovedora obra de ficción de uno de los más grandes escritores de nuestro tiempo.

El primer volumen de una epopeya del autor que, según el New York Times, inventó la ficción del siglo XXI.

Opinión de la prensa

Haruki Murakami escribió una novela clásica, teniendo cuidado de equilibrar su narrativa entre la forma de pensar «occidental» y «japonesa», escribiendo de la manera más simple posible sobre cosas difíciles.

Angelos Koutsoukis

Magnífico… Murakami se destaca en entrelazar lo mundano con lo sobrenatural; en descubrir la magia oculta en los detalles cotidianos de la vida… Su prosa es cálida, coloquial, pero impregnada de pensamientos profundos. Nos dejamos en sus manos para perdernos gozosamente en el camino, pero también para llevarnos, al final, a casa.

The Guardian