Rosario Castellanos Figueroa (25 de mayo de 1925 – 7 de agosto de 1974) fue una poeta y autora mexicana. Junto a otros representantes de la Generación del 50 (poetas que escribieron después del final de la Segunda Guerra Mundial, bajo la influencia de César Vallejo y otros), es una de las más destacadas representantes de la literatura mexicana del siglo pasado.
Durante su vida, expuso vívidamente los problemas de discriminación cultural y de género, su trabajo ha influido en la teoría del feminismo y los estudios culturales. Aunque la poetisa murió joven, abrió el camino a la mujer en la literatura mexicana y también dejó un legado literario que aún hoy sigue vigente.
Biografía resumida
Nacida en la Ciudad de México, creció en la ciudad de Comitán cerca de la finca de sus padres en el distrito federal sur de Chiapas. Era una niña reservada que se preocupó por la difícil situación de los mayas que trabajaban en la granja de su familia. Según ella, comenzó a alejarse de la familia después de que el adivino profetizó la muerte de uno de los dos niños, y la madre gritó: «¡Ojalá el niño no muriera!»
Esto le dio fuerza para el éxito futuro en los deportes y la literatura. Rosario, también conocida como «la intimidadora», era una ávida jugadora de tenis y ocasionalmente también jugaba al golf. Muchos de los poemas de Rosario tienen referencias al golf y al tenis, lo que también indica su pasión.
La situación económica de la familia cambió por completo luego de que el presidente Lázaro Cárdenas adoptara una reforma agraria y una política de emancipación de los campesinos, que despojó a la familia de la mayor parte de la tierra. A la edad de 15 años, Castellanos se mudó a la Ciudad de México con sus padres. El siguiente año, sus padres mueren y ella tiene que arreglar su propia vida.
Se unió al círculo de intelectuales mexicanos y centroamericanos, leyó mucho, empezó a escribir. Estudió Filosofía y Letras en la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), donde luego fue profesora, y también ingresó al Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, donde escribió guiones para espectáculos de títeres que se representaban en regiones pobres para promover la alfabetización. Curiosamente, el instituto fue fundado por el presidente Cárdenas, quien privó a su familia de tierras. También escribió una columna semanal para el periódico Excélsior.
Además de la obra literaria, Castellanos ocupó varios cargos gubernamentales. Como premio a su aporte a la literatura mexicana, en 1971 fue designada embajadora de México, en Israel.
El 7 de agosto de 1974, Castellanos murió en Tel Aviv por una descarga eléctrica accidental de una lámpara de escritorio defectuosa. Según el informe, accidentalmente tocó una lámpara de mesa en su casa en Herzliya, Israel y se electrocutó. La llevaron de inmediato al Hospital Meyer cerca de Kfar Saba, donde murió una hora después. La investigación preliminar reveló que los cables de las lámparas estaban incorrectamente o insuficientemente aislados. Hay sugerencias de que en realidad fue un suicidio (no comprobado). La escritora mexicana Martha Cerda, por ejemplo, le escribió a la periodista Lucina Kathamnn: «Creo que se suicidó porque desde hace tiempo ella se siente muerta», sin embargo, no hay hechos que respalden tal opinión.
Obra e influencia literaria
A Rosario Castellanos le gustaban escritoras como Gabriela Mistral, Emily Dickinson, Simone de Beauvoir, Virginia Woolf y Simone Weil. El verso de Castellan «Valium 10«, escrito en forma de confesión, es una destacada obra feminista que ha sido comparada con «Papi» de Sylvia Plath.
«A veces (y no trates de restarle importancia diciendo que no ocurre con frecuencia) se te quiebra la vara con que mides, se te extravía la brújula y ya no entiendes nada.»
-Rosario Castellanos- Recorte de «Valium 10»
Otro fragmento, muy significativo del poema «Valium 10» que algunos amantes de la superstición podrían destacar, es el que se cita a continuación:
«Y aún tienes voluntad para desmaquillarte y ponerte la crema nutritiva y aún leer algunas líneas antes de consumir la lámpara.»
-Rosario Castellanos- Recorte de «Valium 10»
Un parque en la Ciudad de México, ubicado en el área de Cuajimalpa de Morelos («Delegación»), lleva su nombre.
