Franz Kafka (3 de julio 1883 – 3 de junio 1924) fue un autor de la región bohemia (República Checa), cuya obra es una de las más influyentes e impresionantes de la literatura universal. Su labor, realizada en alemán, es precursora de la mezcla de componentes reales e imaginarios que más tarde veríamos en otros literatos. Escritores de la talla de Albert Camus, Jean-Paul Sartre y de los latinoamericanos Jorge Luis Borges y Gabriel García Márquez se vieron influidos por su genio.
Los temas fundamentales sobre los que escribió Kafka fueron: conflictos familiares (específicamente, relación padre-hijo), ansiedad, culpa, maltrato físico y psicológico. Dentro de su enfoque existencialista y expresionista hizo énfasis también sobre la filosofía del absurdo, la burocracia y las transformaciones de orden espiritual. Quizás su obra más conocida sea La Metamorfosis, una novela corta. La lista incluye El proceso, El castillo, El desaparecido, un sinnúmero de pequeños relatos; así como, una extensa correspondencia y narraciones autobiográficas.
Aquellos que intentan descifrar la intencionalidad de Kafka no logran acordar si fue influido por ideologías antiburocráticas o alguna religión mística. Otros se preguntan si se trató de un intento de reafirmar sus orígenes en el seno de una minoría étnica. Muchos lectores se enfocan en la sabiduría de corte psicológico de sus escritos y aman la expresión literaria de una opresiva pesadilla que acongoja a la sociedad contemporánea. Sus relaciones familiares con su padre, prometida (Felice) y hermana fueron de gran impacto en su obra.
Breve biografía de Franz Kafka
Proveniente de una familia de mercaderes judíos con recursos económicos, Kafka recibió una buena educación en un colegio alemán de la ciudad de Praga. Al terminar, su padre lo obligó a inscribirse en la carrera de leyes, que no le interesaba en lo absoluto y así, en 1906 se graduó de abogado.
Durante esos años en la universidad aprovechó el tiempo para dedicarse a sus inclinaciones filosóficas e intelectuales; leyendo un gran número de obras de diferentes autores. También conoció a Max Brod, futuro crítico literario, quien se convertiría en su mejor amigo para toda la vida.
El temperamento de Brod era enérgico y entusiasta, lo que lograba que el tímido e introvertido Kafka se sintiera menos solo y aislado. En su desempeño profesional, dentro de una empresa de seguros, fue eficiente y puntual, pero sin mostrar ningún interés verdadero. Los ratos libres los dedicaba a la que era su auténtica pasión: la literatura. Tras haber conocido a Yitzchak Lowy, actor yiddish, se interesó con fuerza por la mística sionista. Pero, a causa de la tuberculosis que lo aquejaba nunca pudo realizar su sueño de emigración a Palestina.
El diagnóstico de su enfermedad hizo que Kafka se decidiera a romper su relación con Felice Bauer, a quien conoció por intermedio de Max Brod. Desde 1912 y durante 5 años terminó y recomenzó con ella varias veces, en un ciclo de perpetuas vacilaciones. La tisis lo obligó a recluirse en distintos sanatorios por extensos períodos. Y durante esta etapa se enamoró de Julie Wohryzek, una joven checa, pero la tajante oposición de su propio progenitor estorbó la unión. De allí nació la célebre Carta al padre que nunca fue leída por su destinatario.
Su gran aporte a la literatura universal
Kafka mantuvo una relación profunda con Milena Jesenská, una periodista y traductora checa, casada con otro hombre. El testimonio quedó plasmado en las Cartas a Milena, publicadas más de 30 años después. Al año siguiente, sin haber hecho ningún esfuerzo por divorciarse, se alejaron el uno del otro. En 1923, muy enfermo ya, conoció el gran amor de sus sueños, Dora Diamant. Al momento de su muerte, en un sanatorio de Kierling, se encontraba en su compañía, la de su inseparable amigo Max y de su pariente, Siegfried.
Jordi LLovet, crítico literario, ha dicho que Kafka fue toda su vida víctima de un Complejo de Edipo no superado, lo cual se refleja en sus escritos. Sin embargo, no todos los catedráticos aceptan esta teoría freudiana como la explicación racional del genio atormentado del autor. El mismo consideraba al psicoanálisis como un tremendo error y decía que las observaciones de Sigmund Freud no apuntaban al meollo del asunto. Aunque, ahora se piensa que lo que Kafka no creía es que dicha terapia fuera útil para tratar las dolencias afectivas.
El adjetivo “kafkiano” se utiliza en el idioma de Cervantes para representar situaciones insólitas, absurdas y extravagantes que producen angustia, como las narradas en sus escritos. Es interesante mencionar que solo unas pocas de ellas vieron la luz durante su vida. La mayoría, incluyendo obras inconclusas, fueron publicadas después de su fallecimiento por su amigo Max Brod, quien no obedeció sus instrucciones de que las mismas fueran destruidas.
Conclusión
Resumiendo, Franz Kafka fue víctima de la tuberculosis, de la repulsión de su familia hacia sus intereses literarios, de sus repetidos fracasos románticos y de su empleo. Este último, era una ocupación aburrida que no le deparaba ninguna satisfacción. A pesar de ello, se dedicó con amor y total devoción a la literatura, lo que logró hacerlo inmortal.
Su obra cumbre dentro del arte alemán, se considera una de las más impactantes y vanguardistas del siglo XX. La misma muestra una profunda propensión hacia la espiritualidad y consideraciones del tipo metafísico. Por otro lado, se observa una compilación muy interesante de lo absurdo, lo sarcástico y lo lúcido. Una mezcla heterogénea y única que él logró equilibrar con maestría.
Franz Kafka murió el 3 de junio de 1924, en Kierling, cerca de Viena, a causa de la tuberculosis que lo acechó durante años.